Progress/Progreso

El Progreso de las Mujeres post Covid-19: Dialogo público-privado para la puesta en marcha con perspectiva de género

El 23 de julio se llevó a cabo en Buenos Aires una convocatoria que reunió a interesados en el desempeño de las mujeres desde la perspectiva de género y en relación al teletrabajo. Incluyó a una personalidad del ámbito de la política internacional como la chilena Laura Narváez, representante de ONU Mujeres, instituto desde donde se piensan políticas para llevar a las mujeres a un pleno desarrollo físico, económico y profesional.

La disertante recordó un apartado del World Economic Forum 2020 en el que se señaló que al no incorporar mujeres en sus empresas “el mundo se está perdiendo la mitad del talento”. Y en números estadísticos refrendó que aquellas empresas con mayor representación femenina obtienen mayores beneficios en sus ganancias que aquellas en las que no lo hay, lo que lleva a considerar que el desarrollo de las mujeres en las organizaciones es importante.

Además, puso de manifiesto que la pandemia ha roto la agenda estratégica en relación a la perspectiva de género. Con su carácter disruptivo, develó la fragilidad de algunos logros, por lo que la salida post Covid 19 es “un desafío en sí mismo”.

Al mismo tiempo… ¿qué hacer en el aquí y ahora?

Propone un principio orientador: La pandemia  “ nos guardó” a todos en casa. Pero,  la asistencia escolar y el cuidado doméstico recayó sobre las mujeres!

Según ONU Mujeres, los cuidados y atención en el hogar en una país como la Rep. Argentina insume 6.4 horas a las mujeres y 3.2 horas a los hombres. Por otra parte, en todos los países en cuarentena se ha podido constatar un aumento de la violencia doméstica.  En Argentina, del 20/03 al 28/05/2020 han ocurrido cincuenta y siete femicidios. Las cuarentenas han incidido también en la afectación de las trabajadoras domésticas ( que no han podido concurrir a sus trabajos), creciente feminización de la pobreza.

Laura Narváez informó que  ONU Mujeres se encuentra avocado a la elaboración de recomendaciones en la creación de políticas con enfoque de género. A nivel del sector privado, por ejemplo, pensar los planes de puesta en marcha de las mujeres al lugar de trabajo es un tema prioritario en relación a la empleabilidad de las mismas. En este mundo cambiante, hasta el Fondo Monetario Internacional testimonia mediante un documento de reciente producción,  que el impacto de la pandemia afectará en alto grado a las mujeres, y propone políticas institucionales como esencia de sostener los logros que pueden perderse. La construcción del mundo del trabajo se ha basado en una división sexual del trabajo y no considerando el doble aporte del trabajo de las mujeres. Por lo que es necesario hacer un tratamiento del “desbalanceo de las responsabilidades” al tratar el retorno al trabajo presencial. Y en ese retorno, que debe ser pensado bajo los criterios de factores de riesgo  y por lo tanto, gradual, se avizora una amenaza: la feminización de la flexibilidad. Es decir, que las mujeres queden  en la casa teletrabajando y a su vez, al cuidado doméstico.

Si las organizaciones se ven tentadas a tomar medidas en relación a una flexibilización como reducir horas de trabajo, no asignar tareas previamente encomendadas a trabajadoras en tele trabajo entre otras medidas, se corre el riesgo de desarrollar una política sesgada e ignorante de las diversidades ( mujeres sin hijos, familiares monoparentales, etc) alejándose del concepto que la cultura del trabajo debe cambiar y fundamentalmente son las organizaciones quienes deben actuar como agentes de cambio.

La flexibilización debe pensarse como particular, no generalizar y no considerar que es sólo tele trabajo. Existen variables a tomar en cuenta como horario, espacio de trabajo y otras en las que hay mucho por crear!

Por ejemplo, en relación a horarios, la diversificación y en espacios, el join sharing, trabajo compartido ( dos o más haciendo el mismo trabajo). Este cambio en el modelo mental de la organización laboral incluye un cambio en cómo evaluar el compromiso y cómo se recompensa. Estos esquemas de cambio son prioritarios y llevan tiempo en su organización. E incluyen el seguimiento de la flexibilización, a través de preguntas como: es necesaria la flexibilización?  A quién?  Como es el desempeño? Pudiendo también pensar en esquemas de alternancia entre colaboradoras. La reconfiguración de las estrategias laborales en una empresa debe ser considerada como un momento de oportunidad y este es el momento.

Lic. Liliana Cattenazzi

Directora de Americas Women’s Alliance Argentina

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